La fábrica argentina que diseñó algunos de los aviones de
combate más sofisticados del mundo
Fue Fábrica Argentina de Aviones(FAdeA), una empresa fundada
en 1927 en la ciudad de Córdoba y auspiciada por el Estado, que llegó a tener
algunos de los diseños más sofisticados del planeta pero nunca despegó del
todo, y siguió en una relativa decadencia que, según sus críticos, continúa
hasta nuestros días.
La época de oro de FADeA llegó en 1945. Apenas terminaba la
Segunda Guerra Mundial, y docenas de ingenieros que habían servido a la máquina
de guerra nazi enfrentaban la perspectiva de una nación destruida, sin
industria y, en el peor de los casos, un tribunal acusándolos de complicidad
con la causa de Hitler.
Por eso, muchos partieron. Todas las grandes potencias los
querían.
Estados Unidos, por ejemplo, reclutó a Werner Von Braun,
padre de los misiles nazis, quien fue el gran científico detrás de los cohetes
de la NASA que eventualmente llevaron al hombre a la Luna.
El pedido de Perón
A Argentina le favorecía que sus gobernantes habían mostrado
simpatía por el Eje durante la guerra, dice Santiago Rivas,
experto en la historia aeronáutica argentina.
"Uno de los primeros fue Emil Dewoitine, francés, quien
trabajó para los alemanes durante la ocupación de Francia y por eso lo estaban
persiguiendo. Se escapa para acá y es el primero que desarrolla un caza a
reacción en América Latina, el Pulqui 1", recuerda Rivas.
Primer reactor argentino Pulqui I |
Poco después llego a Argentina Kurt Tank, una de las
estrellas del diseño aeronáutico mundial, quien había estado detrás de varios
de los aviones más destacados del esfuerzo militar nazi.
Ingenieron dr Kurt Tank el padre de los Focke Wulf 190 y del Pulqui II y III |
Argentina lo acogió y le pidió grandes cosas, como era
propio de un país que en ese momento superaba en riqueza a muchas de las
naciones europeas.
"El (entonces presidente argentino) el general Perón le
pidió a Tank que diseñara un avión de combate supersónico", apunta Rivas.
Un esfuerzo al que Estados Unidos apenas estaba llegando,
pero en el que la fábrica argentina podía competir, armada con los diseños de
vanguardia llegados de Alemania.
"Aquí nace el modelo conocido como el Pulqui 2 que
vuela en 1951. Nunca llegó a velocidad del sonido, pero a 1.100 km/h, alcanzaba
lo mismo que un Mig-15 ruso o un F-86 Sabre estadounidense, lo más moderno del
mundo en ese momento. De hecho tanto el Mig 15 como el Sabre tenían algunas
ideas sacadas de Tank", señala el experto.
La política
Pero el siguiente paso, la construcción en masa de esos
modelos argentinos, nunca ocurrió. Según algunos relatos de la época, los
alemanes se quejaban de que la infraestructura industrial con la que contaban
en Argentina era precaria.
Y, sobre todo, interfirió la política.
Perón, gran impulsor del proyecto, fue derrocado en 1955.
Los fondos para el proyecto empezaban a escasear. Varios de los prototipos se
vieron envueltos en accidentes. El Pulqui II estaba listo para su producción
hacia 1959.
"Pero lo que había sido un modelo nuevo ya empieza a
ponerse viejo frente a las alternativas disponibles", dice Rivas.
"Fue un proyecto que duró diez años en desarrollo cuando la tecnología
avanzaba muy rápido. Cuando nace, ya compite con el Sabre 86 o el Mig-15, pero
en el 59 compite con los supersónicos" apunta el experto.
Al final de la década del 50, la Fuerza Aérea decidió
comprar un avión estadounidense en vez del Pulqui. Un tiempo antes, Tank se
había ido con sus planos a India, en donde sí consiguió fabricar un avión en
serie.
Vaivenes
La empresa FAdeA ha seguido con los vaivenes políticos de la
historia argentina. Eventualmente se produjeron algunos modelos menos
ambiciosos como el Pucará, un avión de turbohélice que se usó brevemente en la
guerra de las Malvinas.
IA.58 Pucará aeronaves de este tipo participaron en la Guerra de Malvinas |
En los 90, durante el gobierno de Carlos Menem, la fábrica
fue privatizada para convertirse en un centro de servicios de la estadounidense
Lockheed.
Pero al llegar al poder en la siguiente década Cristina
Fernandez de Kirchner, se renacionalizó en 2009 y se habló de grandes planes,
que para Rivas nunca tuvieron sustento en la realidad presupuestaria de la
firma.
Se decía que muchos activistas políticos eran contratados
por la firma, mientras que proyectos para la producción de 40 aviones a
reacción Pampa con destino a las fuerzas militares argentinas se fueron
quedando en el tintero.
Bajo el actual gobierno de Mauricio Macri, las autoridades
dicen estar encaminadas a mejorar la situación financiera de la empresa,
reduciendo el cuantioso déficit que enfrentaba.
Pero hace unas semanas algunos medios argentinos informaron
de supuestos planes para suspender definitivamente la fabricación de aviones en
la planta, ante el poco éxito comercial del Pampa.
Ambiciones
Se hablaba, según esos informes, de convertir la fábrica y
su pista de aterrizaje en un terminal para aerolíneas de bajo costo. FAdeA
niega que existan esos planes.
Sebastián Ugarte, responsable de Relaciones Institucionales
de la empresa, dice que "FAdeA no está considerando poner
fin a su línea de producción de aviones" e insiste en que "El Pampa
III es un avión con alto potencial de mercado, dadas sus características
técnicas, versatilidad, precio y demanda internacional de aviones de este
tipo".
Señaló que en este momento FAdeA trabajaba para entregar
tres de esos aviones a la Fuerza Aérea Argentina.
También se trabaja en algunas partes para el avión carguero
KC-390 que produce la brasileña Embraer.
Ambiciones bastante reducidas frente a las de una empresa
que en algún momento se sintió en la vanguardia de la tecnología aeronáutica, pero
que nunca pudo convertir eso en el poderío industrial y militar con el que los
dirigentes argentinos de la época alcanzaron a soñar.
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