La ministra de Defensa de Chile, Maya Fernández, confirmó que el 27 de agosto de 2024 la Fuerza Aérea chilena envió dos aviones de combate F-5 desde la base aérea de Chabunco, en Punta Arenas (3,000 kms al sur de Santiago), ante supuesta violación del espacio aéreo, luego que radares en la zona austral, de ese país, detectaran una posible incursión aérea no autorizada.
La supuesta violación del espacio aérea se habría producido aproximadamente a tres mil pies,
entre el monte Aymond y el Estrecho de Magallanes. Debido a ello, se activaron los protocolos.
La Fuerza Aérea Argentina negó tener responsabilidad sobre el hecho.
En el Gobierno argentino niegan la violación del espacio aéreo que denunció Chile: y afirmó que no hubo ninguna queja formal por parte de Chile.
“Ningún avión militar estuvo involucrado en cruzar la frontera chilena. No nos vamos a hacer cargo de algo que no tenemos responsabilidad”, aclaró una alta fuente del Gabinete de Javier Milei, presidente de la Nación.
Desde el Ministerio de Defensa argentino, que comanda Luis Petri, explicaron que “en los tiempos de interceptación de Chile no encontraron a nadie cuando salieron a rastrear”.
Por su parte, desde la Cancillería, el equipo de Diana Mondino coincide con el Ministerio de Defensa argentino y sostiene que no recibieron ningún requerimiento por parte del gobierno del presidente transandino Boric.
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