La foto es útil para demostrar las capacidades de una
tecnología desarrollada por la agencia espacial en pos de un futuro avión
supersónico comercial al estilo del retirado Concorde.
La NASA estuvo intentando fotografiar las ondas de choque
supersónicas sin éxito, convirtiendo esta misión en algo largo y extremadamente
complicado. Pero gracias a la nueva tecnología llamada AirBOS, finalmente
obtuvo los resultados esperados.
El AirBOS es un avanzado sistema de captura de imágenes,
capaz de realizar tomas a una velocidad de 1.400 cuadros por segundo a una
altura máxima de nueve kilómetros, lo que mejora tanto la velocidad como la
calidad de las imágenes con respecto a tecnologías anteriores.
El sistema emplea una técnica conocida como 'fotografía de
Schlieren' y sólo funciona durante tres segundos, por lo que todo debe estar
extremadamente sincronizado: el sistema fotográfico en un avión especialmente
adaptado y el vuelo de los aviones jets.
Cualquier avión produce ondas de sonido al volar, pero la
mayoría lo hace una velocidad que hace que estas ondas de sonido se extiendan
por la parte delantera del avión. Cuando se trata de avión supersónico, éste es
capaz de volar más rápido que estas ondas hasta "romperlas", lo que
lleva a producir el llamado 'boom sónico', que es una especie de explosión que
ocurre cuando un avión vuela más rápido que las ondas de sonido.
Primera foto real de las ondas de choque interactivas que
producen dos aviones supersónicos de la NASA
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Los técnicos de la NASA montaron el sistema AirBOS en un
avión Beechcraft Super King Air B-200 mientras seguía el vuelo de dos aviones
supersónicos Northrop T-38 Talon. Al llegar a una altitud de aproximadamente 6
kilómetros, los dos jets rompieron la barrera del sonido, algo que fue
fotografiado en el momento exacto para conseguir las imágenes que nos muestran
las ondas de choque.´
Los T-38 tenían la orden de volar y mantener una formación a
una distancia máxima de apenas tres metros, ya que se buscaba documentar tanto
el 'boom sónico' como el comportamiento de las ondas de choque de dos objetos,
lo que permite analizar qué sucede cuando dos ondas, surgidas por separado,
chocan entre sí.
Además del par de tomas a los dos jets T-38, hay una foto
más a un tercer avión T-38 que vuela en solitario, donde el objetivo era poder
capturarlo desde su lateral al momento de romper la barrera del sonido. Imagen
que por cierto se muestra en su estado original en blanco y negro, ya que las
dos anteriores fueron coloreadas para hacer énfasis en las ondas de choque e
identificarlas con mayor facilidad.
"Esta es la primera vez que se consiguen imágenes
claras del comportamiento de los flujos supersónicos", destacan los
técnicos de la NASA, lo que permitirá estudiarlos con el fin de entenderlos y
saber cómo es que interactúan con otras ondas u objetos.
Dos aviones T-38 de la NASA volando en formación a una
distancia máxima de apenas tres metros
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