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26 de enero de 2018

Aerolíneas evalúa vender los aviones Embraer comprados a Brasil con sobreprecios durante el gobierno kirchnerista


Aerolíneas evalúa vender los Embraer comprados a Brasil  con sobreprecios durante el gobierno kirchnerista

Los 24 Embraer actualmente operan bajo la bandera de Austral; la medida todavía está en estudio, y busca aumentar la eficiencia operativa.

La decisión, de vender a los Embraer si bien no está tomada está avanzada, tiene que ver con varias características de la flota de aviones Embraer, que Aerolíneas compró mayoritariamente en épocas de Ricardo Jaime como secretario de Transporte. Entonces, se decidió adquirir 22 aeronaves configuradas con 94 asientos. Luego, ya con Mariano Recalde como presidente, se compraron dos más. Y finalmente, llegaron dos alquilados. De ese total de 26 aviones, 24 serían negociados con eventuales compradores.

Aerolíneas hace tiempo que mira con atención qué hacer con estas aeronaves. De hecho, alguna vez se pensó un plan para radicarlos en el interior y hacer rutas que unieran dos destinos a nivel nacional sin pasar por Buenos Aires. Sin embargo, todo parece indicar que se venderán en paquete. Se terminará así con uno de los íconos de la recuperación de Aerolíneas y Austral por parte del Estado.

Aerolíneas Argentinas y Austral vuelan, con los Embraer, Boeing y Airbus eso implica que haya que tener tres líneas de repuestos, tres tipos de capacitación y certificación del personal técnico. También significa que los pilotos tienen que hacer cursos y simulador para tres familias de aviones.

Desde el inicio de la operación hubo mucha resistencia de los pilotos. Sucede que quienes inician la carrera de comandante, obviamente, pretenden tener un recorrido de carrera a largo plazo. De ahí que quienes entraban a pilotar los Embraer sentían que su techo estaba más bajo, ya que no hay aviones de mayor porte de la marca, al menos en la Argentina.
Desde que se compraron, los Embraer tuvieron varias contraindicaciones. La primera es el tamaño. En la empresa sacan cuentas y calculan que un avión con más capacidad (incluso los más grandes de la familia, que tienen cerca de 140 asientos) representa un gasto de operación sólo un 15% mayor, aproximadamente. Sin embargo, la cantidad de butacas extras que se ofrecen recomienda un avión más grande. "Estaban bien para un mercado distinto, para un mercado adormecido en el que la demanda no respondía. Pero ahora quedan chicos para la mayoría de las rutas", dice una fuente de la línea aérea.

El 20 de septiembre de 2010 llegaron los primeros dos Embraer para la flota de Austral. La entonces presidenta Cristina Kirchner presidió la ceremonia en el Aeroparque, junto al presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde. "Debemos agradecer a Embraer, a la República Federativa de Brasil y al gobierno del presidente Lula, nuestro principal socio del Mercosur, la buena voluntad para el financiamiento de estas aeronaves", decía Cristina Fernández de Kirchner.

La compra de los Embraer también fue muy sospechosa por los alto costo del financiamiento que se acordó con Brasil para la compra de estos aviones.

Los sobreprecios y créditos caros de la polémica compra de los Embraer para Austral

El contrato por los 20 Embraer E190 se pagarían en 12 años, en cuotas semestrales, con vencimiento en septiembre de 2022. Pese a ser un acuerdo con un banco de fomento, la Argentina no compró barato. El costo financiero total original que se pegó por aquella suma fue de 13,5 por ciento. Actualmente, ese interés está en 10 por ciento, después de algunas negociaciones con la entidad.

Se firmaron 20 contratos, uno por avión, y las aeronaves empezaron a llegar y a volar. Entonces Lula era el intermediario más eficiente que tenía la empresa. Después de la crisis de 2008 y 2009, varios pedidos de aeronaves que ya estaban en la línea de producción se habían caído. Brasil necesitaba revalorizar aquella empresa que, junto a Petrobras, eran figuras importantes en la expansión del modelo brasileño al mundo.
Aerolíneas Argentinas y Austral, recién estatizadas, estaban necesitadas de aviones y de símbolos de la inversión del Estado. Así se arribó a un acuerdo de conveniencia en el que no hubo precio de amigo.
De acuerdo a registros oficiales, el monto que ya se pagó al 30 de junio pasado es de 630 millones de dólares entre capital, interés y comisiones varias que se abonaron. Aún quedan por pagar hasta 2022 otros 380 millones de dólares más. Claro que los aviones volaron, vuelan y recaudan.

Los términos de aquel acuerdo de compra que casi fue una negociación de Estado a Estado nunca se hicieron públicos. Justamente el interés que se acordó (13,50 en dólares) era considerado alto hasta por el kirchnerismo que en ese momento tenía a Axel Kicillof como el número uno de finanzas de la empresa aérea. Sólo por poner una referencia, la Argentina emitió bonos en dólares a principios de este año con tasas de entre cinco y siete por ciento.

Eso no fue todo. Esa operación estuvo siempre sospechada de sobreprecios. Según escribió en La Nacion Francisco Olivera en septiembre de 2009, los coontratos fue negociada por el ministro de Planificación, Julio De Vido; el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, y su reemplazante, Juan Pablo Schiavi. Tres fuentes coincidieron en que se terminó de cerrar el las oficinas de De Vido.
El primero que alertó sobre el precio fue el presidente de la empresa, Julio Alak. Fue a principios de 2009, cuando el contrato estaba a punto de ser descartado por caro y afirmó, en una reunión de directorio, que el precio de cada aeronave no debía exceder los US$ 29 millones, seis millones menos que los 34,9 millones que finalmente se pagaron.

En noviembre de 2008, es decir un mes antes de aquella reunión, por el mismo modelo, Aeroméxico pagó 29 millones, y en julio de 2009, TACA Airlines, 30,5 millones. Según la revista especializada Aircraft Commerce, el E195, el avión más moderno que tenía Embraer entonces le costó ese año a Air Europa 31 millones, un precio de mercado idéntico al que publicó en diciembre de 2007 la revista Airline Fleet Management. Y el sitio Ascend Aviation Insight ubicó las tendencias de julio de 2009 en valores bastante más bajos: los E190 costaban 27,85 millones.

Entonces el Gobierno explicó que el sobreprecio respecto de otras aerolíneas se debía a la incorporación de equipos de entretenimientos de a bordo. Aquellas pantallas que tiempo después también fueron usadas para proyectar contenido curado por el management kirchnerista, según varias fuentes del mercado, jamás pudo haber superado los 800.000 dólares por avión. La diferencia jamás se explicó.

La operación terminó por ser investigada por la Securities and Exchange Commission (SEC) de Estados Unidos y varios argentinos, entre ellos Ricardo Cirielli, el sindicalista líder del gremio de los técnicos aeronáuticos (APTA), fueron a declaras a Washington. Embraer, finalmente, llegó a un acuerdo por su comportamiento corrupto en algunos países el 24 de octubre de 2006. Allí la compañía aceptó haber hecho pagos indebidos en Arabia Saudita, Mozanbique y República Dominicana. Sin embargo, podría haber un acuerdo de segunda ronda para otros países.

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